lunes, 31 de enero de 2011

Sirenas de verdad

La Sirenita en la vida real, no se disolvió en el aire, ni se suicido. Se alejo del Principe, conoció más gente, se casó con otro que además de amarla lo admitió y tuvo una vida perfectamente común.

Lo que es menos trágico pero más triste que el cuento, porque lo único que murió, fue la magia que la hacia extraordinaria. Se convirtió en una más.

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